Dos meses de vacaciones en el país Centroamericano, cuna del príncipe de las letras castellanas. Rubén Darío.
Eran la recompensa a diez largos meses de rutina asfixiante: levantarse temprano, ponerse un uniforme, que más que eso parecía una piel permanente, horas largas y eternas en un colegio lleno de monjas, dispuestas a educar a las próximas amas de casa de un mundo dudoso. Tareas que matan las tardes que podrían ser más divertidas. En fin, Nicaragua me esperaba, viva, llena.
Bajando del avión, Managua nos recibe con un abrazo húmedo y caliente, gotas de sudor perlan ya toda mi frente, es eterno el recorrido que tenemos que hacer caminando del avión, hasta las puertas corredizas que de sopetón nos introducen al Aeropuerto Internacional de las Mercedes, un aeropuerto pequeñísimo casi improvisado. Lo primero que veo a lo lejos es a mi familia nicaragüense apiñada todos sonrientes, ansiosos de abrazar a las mexicanas (mamá mis hermanas y yo). Dejo de caminar y corro primero hacia mi abuelo el preferido, luego paso por los brazos de mi abuela, los de mi tío padrino y los de una marimba de primos.
_ A la puchica _ dice mi primo Mauricio_ pensé que ese avión, nunca aterrizaría.
Me río a carcajadas me encanta como hablan los Nicas.
Todos felices nos vamos a cenar a Los ranchos restaurante de carnes Argentinas gordas, jugosas y bastante caras. El resto de la tarde transcurre, entre pláticas, vasos de fresco de pitalla y panas de Vigorón, que Carmen la cocinera, de mis abuelos no deja de preparar en la cocina.
_ Jodido Carmenchu_ dice el tío Carlitos, ya bien bolo_ dejá de preparar vigorón que nos va a dar cagadera. Me vuelvo atacar de la risa.
_ Mañana nos vamos a Pochomil _ dice mi tío padrino.
Mentalmente cuento las horas para recorrer en el Mercedes de los 70's de mi abuelo, los 65 Km. que separan a Managua de las playas de un mar abierto que es Pochomil, playas de arena suave y negra que me recuerdan el bello Puerto de Acapulco. Cinco días bastaron para convertirme en una negra de la costa atlántica. Los días transcurren entre paseos obligados, a la bella ciudad colonial de Granada, León y Matagalpa con sus paisajes que son la inspiración de los cuadros al óleo que compramos en el mercado Huembes. Oleos llenos de montañas que rodean casitas de adobe con sus tejas rojas. Palmeras espesas que compiten con el Sacuangoche árbol tradicional de Nicaragua. Caminos llenos de polvo que recorren las indias que se mueven con gracia y que apenas se acuerdan de las enormes panas que llevan en la cabeza repletas de hojuelas.
Hoy es primero de Agosto, el día de Santo Domingo de Guzmán patrono de Nicaragua, Minguito ya viene de bajada de las Sierras a la Ciudad de Managua, la gente se reúne en las calles alrededor de los cordones que han puesto para que la minúscula imagen del santo protegida por un nicho y rodeada de cientos de flores, sobre una tarima que es cargada en hombros por más de veinte creyentes se mueva al compás de la música con el tradicional baile, delante hacia tras, de un lado a otro. Todos incluso yo parecemos posesos siguiendo a Mingo en su baile. Lo reciben las mañanitas interpretadas por unos diseque mariachis Mexicanos, con botas militares, pistolas de plástico al cinto, y en sus caras bigotes ausentes.

Se oyen cohetes, a los chicheros que es la banda sonora popular que anima el baile de la Gigantona, gritos, vivas!.
_ ¡Ahí viene ahí viene la gigantona!_ grita mi tía Marcia cargando a mi primita Marcela que aterrada se pesca del cuello de su mamá, cuando ve pasar a una muñeca enorme, con la cara de títere diabólico.
_ Ve vos niña, alejaté de ahí _ me grita mi abuela al ver a un promesante en pelotas de la cintura para arriba bien bolo y todo pintado de grasa negra listo para rozarme con la punta de sus dedos la cara. Menudo susto me llevé, me tuvieron que dar pinolillo para que me volviera la fiesta al cuerpo y pudiera seguir bailando, con la marimba que mi abuelo había contratado, y que en cada arranque de euforia de los músicos parecía que el pobre instrumento se iba a desmarimbar.
Todos juntos, indios, guanacos, pobres y los menos los ricos no dejábamos de gritar viva, bailando delante hacia atrás de un lado a otro al compás de todos los ritmos que luchaban por imponerse, marimba, mariachis hasta canciones de Mejía Godoy y los de Palacaguina que se escuchaban a corro en un grupo de chavalos que seguían la comparsa, perseguidos por la tradicional vaquita que no cesaba en su intento de cornearlos haciéndonos reír por lo chusco de sus movimientos.
La fe verdadera también se deja sentir en los ancianos y enfermos que a su paso siguen a Mingo con una profunda devoción que solo su rostro refleja porque su cuerpo no se salvaba del baile que Mingo les provocaba.
_Ve rejodido de mierda_ le dice una señora a un sipote casi de mi edad_ dejá de comprar esas bolsas que venden disque de leche, que vos también sabes que es guaro, y pásame todos tus reales. El mentado sipote se busca algo en los bolsillos y le entrega, por lo visto todos sus Córdobas. Una negra supongo de la Costa Atlántica lo pesca del brazo juntos comienzan a bailar el palo de mayo, baile que no deja de cautivarme porque desborda sensualidad y erotismo capaz de despertar los deseos mas profundos o poco conocidos.
_Todo este desfile lleno de vida, de tradición, de fe, de gente joven, vieja, sana, enferma, pagando mandas, pagando fiesta, pobres, ricos, disfrazados, sin disfraz, conocidos, desconocidos, eso si ¡¡ Puro Nica !!, es el perfume con el que Nicaragua emborracha los sentidos de aquel que decide visitarla y que como yo a base de recordarla llevo ya su olor en la piel con solo decir....... "N i c a r a g ua".
Me gusto mucho,fue como hacer un repaso minucioso y pausado de todos esos momentos tan llenos de emociones que ahora son parte de uno
ResponderEliminarun beso
que lindos pasajes y recuerdos. Nunca mueren, siempre estan ahi, nos acechan cuando menos lo esperamos. Son cajones llenos de olores e imagenes, voces y sentimientos que estan siempre disponibles para ser abiertos. felicidades, me encanto.
ResponderEliminarMauricio J Hernandez (te lo pase aqui lo puso en fb)