Yo sabia que esto tarde o temprano iba a suceder, me lo dijo ese sueño horroroso, que me tuvo atormentada durante tanto tiempo. Era tan real, lo que estaba viviendo, que cuando despertaba lo primero que hacia era tocarme con la mano, los dientes y con un dedo ir recorriendolos uno por uno, al comprobar que no existía ningún hoyo donde el dedo se pudiera atorar, reía por dentro y por fuera. Estos sueños se deberían de prohibir, inquietan mucho, te hacen sufrir. El único beneficio que les veo es que uno llega a valorar en este caso, la dentadura, mas que cualquier otra cosa en el mundo no todos la recuperan, después de haberla perdido tantas veces.
Estaba enloqueciendo, las noches se confundían con los días y los días, eran un tormento pensando en las noches.
No se me ocurrió otra solución que consultar el Google, en quien mas podría confiar?. Freud hacia mucho que había muerto.
Dientes: caída de dientes , predicción de la propia muerte. ( muerte accidentada).
Casi me da un sincope, mis ojos se nublaron, poco a poco fui perdiendo la visión, solo eso me faltaba, vaticinar mi propia muerte. Yo en la plenitud de mis facultades, si hubiera sospechado tan funesta interpretación. Me quedo con la de mi ignorancia. "si no se lava los dientes tres veces al día se le caerán".
Tres días duro mi depresión el mas leve movimiento me causaba pánico, no vaya ser que pise un plátano, me resbale y me desnuque o que deje sin querer abierto el gas de la estufa y muera dulcemente en brazos de un descuido.
El cuarto día, el cuarto día fue de decisiones.
Si he de morir cuando yo, no lo quiera, por lo menos lo haré como yo quiera.
Decidí hechar mano del cajón de mi mesa de noche. Saque todos los papeles, papelitos, notitas, agendas, calendarios donde suelo anotar el sin fin de proyectos, propósitos, decretos que están bien apuntados y poco cumplidos.
Ahora mas que nunca tenía que hacerlos realidad, solo esperaba que mi sentencia de muerte me diera la oportunidad de darme un abrazo con la vida, antes que esta me acabara destripando.
Por eso armada con papel y pluma en mano diseñe y escribí mis diez mandamientos, y empece a vivirlos a partir de ese momento.
mandamientos de mi vida.
1- Amare a la vida sobre todas las cosa.
2-Haré el amor contigo una y mil veces aunque mi piel se desgaste
y de mi solo quede un quejido.
3-Comeré saboreando y deleitandome, como si fuera el ultimo bocado que se derrite en mi boca guardando el perfume de su sabor.
4- Me reconoceré, repitiendo quedito mi nombre hasta que su sonido se acostumbre en mi oído.
5-Le exprimiré a la vida todo su color, llenando mis ojos de un
caleidoscopio de luces.
6- Buscare y contare todos mis lunares, mis pecas, mis cicatrices que son las coordenadas del mapa de mi piel, que me llevaran a encontrar el tesoro que hasta ahora sigue enterrado.
7-Invitare a mis hermanas a cenar brindare con ellas, recordaremos momentos de nuestra infancia y les daré las gracias por todos los juegos que jugamos, por todas las travesuras compartidas, por todos los momentos difíciles en los que fuimos cómplices. Por que ahora que somos adultas nos hermanamos mas. Porque las voy a extrañar.
8- Confezare a mis padres que mi amor por ellos es sincero, que nunca e juzgado el parentesco, que ahora que soy madre, mas los quiero porque reconozco que al educar se traicionan muchos conceptos, impera el amor que no siempre es el mejor consejero. Iré, filtrando, depurando.
9-Enloqueceré al tiempo, abrazare a mis hijos y los meteré en mi vientre otra vez para sentir que son míos que me pertenecen, los voy a mecer, les cantare una Canción de cuna que diga lo mucho que los quiero. Los volveré a parir e inevitablemente los dejare ir.
10-Le susurraré al viento que el único bien ajeno que codicio es el de la vida misma, que me voy con el pelo lleno de cielo.
Por eso mas temprano que tarde, me llego el momento de morir para volver a nacer, y aunque la muerte física hasta ahora no me ha llegado, la de la conciencia si. Por eso he decidido hacer mi sueño realidad, y quitarme los dos dientes de enfrente, para cuando me ría ese espacio negro, me recuerde que entre la vida y la muerte solo hacen falta dos dientes.
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