Huellas de los pies
Gaby Brimmer paso de puntitas por el mundo, los dedos de su pie izquierdo, el único y más grande regalo, la voz de sus huellas.
El inicio
Apenas una niña, casi una mujer, dos o tres dedos inducidos brutalmente, tan adentro como es posible, una mano enloquecida los mueven en circulo, provocando espasmo en la inocente criatura, ella siente su cuerpo dócil, la piel chinita, la frente perlada, los ojos pendientes, la última arcada, un húmedo estertor, un sabor ácido inunda su boca. Ahora sólo un sutil olor la delata.
Compromiso
El anillo en su dedo era la señal contundente de su estado. Era casada. El decidió abortar la conquista. Ella de manera discreta desvió la mirada de los ojos con los que tropezó, para deslizarla al anillo en su dedo cordial, emociones la asaltan no haya las horas de estar en casa. Ingenuamente se ruboriza y de manera mecánica lleva el dedo de su corazón a la nariz, cierra los ojos y absorbe el olor de su propia satisfacción.
Amuleto
La nota dentro del sobre lo dice muy claro:
Como ya no me quieres!, y atendiendo a la súplica de que te regrese el anillo de compromiso acuso a la nota el mismo con todo y dedo, para que lo uses como amuleto.
P.D.
Perdón, por llenar el sobre de sangre.
El adiós
Hoy mis dedos rozaron el cielo, alcancé a tocar a dios.
Y regresé frío, él todo lo pinta de color.
Roma antigua
El hombre lucha cuerpo a cuerpo contra la bestia, esta abre sus fauces llenas de filósos dientes, en un intento natural por tragar a su adversario, el hombre desesperado jala piel, pelaje, golpea con afán de desviar la atención del animal. El emperador está por dar su veredicto prepara el dedo dador de la respuesta: vida o muerte para el esclavo, sin vacilar levanta la mano estira y prepara el dedo, todo el coliseo está atento. Sin piedad baja el dedo aprieta el control del televisor y cambia de canal, la suerte esta echada.
Sin el poder de su firma
La manifestación avanza lentamente mostrando sus pancartas: queremos paz para México, mueran los secuestradores, estamos hasta la madre!. De Reforma hasta los Pinos se les une gente a su paso, es el rumor de una sociedad cansada, que poco a poco alza la voz. A base de unidad logran su propósito. El presidente decide recibir al comité que representa la marcha.
Tristes los dirigentes lloran desconsolados, se les niega el acceso a los Pinos. La falta de dedos en sus manos, evidencia de su rescate durante el secuestro, es ahora un impedimento para poder llenar y firmar el libro que registra los ingresos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario