jueves, 11 de agosto de 2011

El testamento

Cambiarse de casa siempre es una labor extenuante  física y mentalmente, esta comprobado que uno entra en un estado de depresión, casi comparado con un divorcio, estados emocionales cambiantes. Decidir que tirar,  que cosas si poblaran la nueva casa, que cosas son necesarias  abandonar. Los recuerdos son parte del paquete cuales merecen mudarse con uno y cuales se deben de dejar casualmente olvidados en la casa que ya no te pertenece. Repoblar ese nuevo hogar no es oficio fácil, requiere de prudencia los espacios sienten no les gusta ser allanados tienen que ser bien tratados hay que darles tiempo para que se acostumbren, al aroma de los nuevos inquilinos. Esta casa es especial siento que le agrado, somos como viejos conocidos.
Recorro sus habitaciones sus pasillos, reconozco cada peldaño de la escalera que apenas piso. De repente casi pierdo el equilibrio, trastabillo mi pie pisa un sobre, me llama la atención y sin pensarlo lo recojo del piso es un sobre ya viejo lo dice su papel amarillo. La curiosidad me obliga a desdoblar la hoja  en su interior. Enmudezco es una despedida mortal, es la declaración de  una alma atormentada que busco el alivio bajo su propia  mano. Mi desconcierto es total no alcanzo a comprender como una persona con tan poca edad tuvo la entereza para tomar una decisión semejante.
Ella lo explica todo con Lujo de detalles, como ese ser vil, la atormentaba física y psicológicamente, abusaba de ella. Su mundo infantil fue mutilandose poco a poco fue perdiendo la inocencia, su vida era sucia no valía la pena. Llore por esa alma a la que no conocí y ahora pesa en mi. Me siento el destinatario de esta carta que por lo visto a nadie antes había llegado.
Traje el pasado a mi presente y sentí en carne viva su vida y su muerte.
No tuve el valor de romper y tirar este testamento, quien soy yo para borrar del mundo este  póstumo grito desesperado.
Últimamente vivo en un mundo que no me pertenece vienes en sueños te me apareces, invades mi realidad me pides que te ayude que te libere. Ya no me asustas me he acostumbrado a tu olor a muerte.
Estoy envuelto en un torbellino, mis pensamientos y los tuyos se mezclan, me ayudas o te ayudo?, a indagar que fue de El cual fue su destino, quieres saber si tu muerte le dolió, si tuvo castigo.
Dices que sufres porque te arrepientes y que no entiendes porque no te reconozco que en realidad nunca te has ido, que has estado siempre aquí,esperando a que regrese, y que de ahora en adelante esta casa será la cárcel que a los dos nos pertenece.
Entro en shock ahora recuerdo, yo vivi aquí hace tiempo.Ante mis ojos corre la película de mi vida, te vi, te veo, y es cuando me doy cuenta que estoy muerto y que me has traído aquí solo para darme la carta que debí leer hace tiempo.

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