jueves, 8 de diciembre de 2011

Marina

Mi amor por ti no es ese amor cálido, en remanso , que te sueña y te añora, ese amor que el recuerdo alimenta y llena de quimeras melosas, de palabras que se deshacen y corren como miel, que empalaga cerrando gargantas cristalizadas que tosen y escupen azúcar, en forma de diamantes ambarinos que atrapan vapores de ausencias, que logran fugarse formando hilos de aire que son manos que alcanzan distancias y llegan hasta el amado, en forma de instante que eriza la piel, reviviendo el fue o pudo ser, bajo la fiebre de un deseo negado, que enferma, esclaviza, que causa demencia, que atormenta cuerpos desiertos y corazones vaciados.
Mi amor por ti, es nuestra cama de arena, con sabanas de olas de espuma blanca, con un mar sin saciar que no necesita la luna llena para levantar mareas, que huele a la sal de tu aliento, y a sol intenso, que quema la piel que arde al roce de nuestros cuerpos, que se aman sin equilibrio y al mismo tiempo, que como animal perverso navegas en mis aguas, para sumergirte en lo mas profundo de mis laberintos, y detienes el tiempo y te haces su dueño y me subes y me bajas, cuando muerdes mi cuerpo con esas tus manos que tan bien me conocen, y me van tocando, llenando huecos, y van susurrando palabras de dedos y palmas que traspasan tejidos, huesos y llegan ahí, donde abunda el silencio y se despelleja la conciencia, dejando al descubierto la única sensación, de un todo poderoso, que arrolla que casi mata, para dar vida, a mi vida antes desahuciada.
Y te pido más y te atrapo con mis piernas que son tus anclas, y mis brazos como algas que pescan tu cuerpo escurridizo, para envolverlo con mis besos iniciando el camino por el filo de tu boca, acantilado oscuro cuya lengua de roca me azota, me tira, me hunde, me moja, me derrota y me dice lo poco que dura una eternidad.
Y desciendo a tu cuello y me cuelgo a ti como a una boya, y reposo solo unos instantes que me sirven para reconocer este mar, que es el amor común que nos une, y oigo el bramar de tus olas, que cada vez son mas violentas y que con su voz de agua me llaman, me ruegan que acorte la distancia que fluya hasta tu sexo, y una vez en el, el pozo de mis palabras lo abraza lo acaricia, lo incita, lo provoca a responder y siento tu lucha a muerte, tu resurrección y un baño de espuma colma mis vacíos.
Las lunas y soles se han llenado y vaciado, el tiempo que se resiste a pasar acaba pasando, nuestros cuerpos desobedientes se cubren de silencio.
Encuentro tus ojos con restos del paisaje que me pertenece, y simplemente a si, le suelto a los cuatro vientos.
"Mi amor por ti, mi amor por ti es mas que este vestigio marino que mitiga mis deseos.



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