Su timidez no le permitía verla a los ojos, por eso prefirió instalarse en su piel, la imaginaba suave y cálida llena de pequeños bellos que como antenas, debían de ser los primeros en recibir las señales del exterior, quiso frotarlos con los dedos y la palma de su mano, hacer pequeños círculos para infundirse valor y romper distancias e iniciar el coqueteo con que empiezan los cuerpos a perderse el miedo. Su risa lo distrajo estrellando su mirada con unos dientes grandes y blancos, una risa franca, ruidosa.
" Te vas a quedar ahí?, acercate un poco, el tiempo es corto" dijo Ella restregando su cuerpo contra él.
Tímido tembló al contacto de unos pezones erectos que atravesaron su piel y llegaron ahí donde los toques eléctricos levantan cuerpos, y desconocen voluntades. Quiso apartarla solo unos centímetros, le faltaba la respiración, empezaba a sofocarse. Ella entregada a su trabajo tomaba la iniciativa, parecía no importarle el reducido espacio del asiento trasero del auto, con una agilidad impresionante pasó una pierna encima de el, hasta quedar sentada sobre su cuerpo frente a frente. Tímido se miro a través de unas pupilas que no eran las suyas, y vio sólo su deseo, cerro los ojos, y como naufrago dejó que el vaivén de un mar electrizante llevara su cuerpo a cualquier orilla. Ella, daba besos con los labios y arrancaba botones con las manos, dejando abierto un sendero de huellas rojas impresas con aliento. Tímido se hundía cada vez más en el recuerdo de la lujuria que lo dominaba, miles de imágenes bailaban en su mente, tríos: dos hombres una mujer, cuerpos que se seducen con caricias violentas, besos en labios húmedos entre las piernas, pechos alterados al contacto de unas manos que resucitan pezones, resquicios profanados, posiciones eróticas, abrazos que enredan brazos, piernas, gargantas que se desgarran con gemidos, que hacen vibrar espacios.
Mientras, Ella se peleaba con una hebilla que estorbaba el paso de una boca ansiosa de demostrar habilidades. La noche era larga, le esperaban muchos clientes a los que tendría que satisfacer, siempre existía el temor de no regresar a casa de morir en el cumplimiento de las fantasías las cuales pagaban su vida, de encontrar gente pervertida que iba más allá de los principios establecidos, pero esta noche, con este hombre se sentía cómoda y segura, a sus anchas, tomando la iniciativa en todo, dirigiendo las caricias, subiendo y bajando tonos y porque no?, disfrutando de sentirse disfrutada. Por fin la hebilla cedió, Ella no pudo dejar de asombrarse tanta chamba para tan poco, pero en eso consistía ser la preferida de tantos en no dejarse vencer por principiantes, con ellos el trabajo siempre es arduo, es cierto que uno se agota más, el fingimiento y las manipulaciones son mas profundas tienen que apegarse a las fantasías personales...
Ella pensó, que debía dejar de divagar para concentrarse más y acabar pronto, tomó en sus manos a muerto le hablo con suavidad, le dio masajes con los dedos, con la boca, sello su aliento de vida en cada beso, chupo, absorbió y repitió la operación un par de veces, hasta que su boca empezó a pedir clemencia, la mandíbula también abogo por lo suyo, y muerto parecía no querer emerger del mas allá. Mientras tanto Tímido había abandonando desde hace rato el asiento del auto, para instalarse en la silla de su escritorio con los ojos y el alma puesta en el monitor de su computadora, abriendo y cerrando ventanas, de pornografía pura, multicolor, parejas dobles, tríos, mujeres blancas con negros, mujeres asiáticas con europeas, adolescentes de pechos incipientes, vestidas de ingenuidad, asustadas de tener su primera relación, con hombres de miembros súper dotados que las penetrarían por delante y por atrás. Cuantas horas de su vida, Tímido había dedicado a masturbarse frente a estos cuerpos que hacían el amor sólo para el?.
Hace una semana lo corrieron de su trabajo, al director de la empresa le llegó el rumor de que el gerente se encerraba en su oficina a ver pornografía, Tímido lo negó todo, sin embargo pudo más su obsesión, que las mentiras que no alcanzaron a aplacar las verdades, mismas que salieron a flote, hundiendolo en el desempleo y en la comodidad de su silla frente a la computadora.
Tímido regresa al asiento trasero del auto, respira de manera entre cortada, jadea, bufa, infla los cachetes, detiene todo movimiento, todo sonido, toda expresión, para rasguñar el silencio con un maullido de gozo a dolorido , que es acompañado por las arcada de Ella, que trata inútilmente de liberarse de la presión que ejerce la mano de Tímido sobre su cabeza, Ella no puede respirar siente que se ahoga, el miembro de Tímido inunda su boca, justo en el momento que su cuerpo decide aflojarse, la mano de Tímido se ablanda, como se ablanda la cabeza de Ella, para descansar en las rodillas de el.
Tímido piensa que la vida es una mierda, y se arrepiente de haberlo intentado, una vez mas comprueba que solo la pornografía le provoca verdaderos orgasmos.
Ella ya no podrá pensar mas, porque todo lo que era se ha marchado con la ultima convulsión, que Tímido le ha regalado.
Ay María....
ResponderEliminarMe gusto muchísimo...
Besos muchos