El circo ha llegado al pueblo, el antaño que ya es obsoleto ha dejado a tras aquellas jaulas con ruedas que escondían animales feroces, desesperados de tanto viaje y tantos mirones vitoreando y hostigando a todos y a todo a su paso, leones, tigres, elefantes todos famélicos hambrientos de caricias y de descanso. Ahora lo profesional llega hasta estos ámbitos, hay especialidades en el arte circense, los contorsionistas tienen que ser autenticas ligas egresadas de las altas escuelas de gimnasia olímpica, los acróbatas en moto, ex competidores profesionales de motocross y que decir de los magos alumnos de David Cooperfield en los tutoriales de internet.
Los payasos son graduados con valor a curriculum del prestigiado Cirque du Soleil.
La mujer mas gorda, la mujer barbona, y los enanitos domadores de french poodles han pasado a engrosar las largas filas de los artistas de cruceros que en cada semáforo de ojos rojos nos deleitan y nos roban pensamientos de pesadumbre y con suerte y carisma uno que otro peso.
El circo ha llegado al pueblo, camiones enormes cargados de carpas, utilería, escenarios de teatro y artistas ansiosos de hacer lo que mejor hacen, pisan el suelo de un pueblo que los recibe distraído, distante. Un despliegue de modernidad donde los animales ya han sido remplazados por su propio recuerdo. Galtük el circo no tiene mas cama poética, el barco en el que se convierte para vivir una aventura se ha quedado sin mar y esta encallado en el mar de asfalto del estacionamiento de una Plaza Mayor. Una niña llora desconsolada por que le han robado sus sueños, el camión que guardaba el secreto de sus historia, fue asaltado por piratas temerarios, vacíos de cuentos, de infancia, resentidos de todos los sentidos, solo ellos se atreven a desvanecer la necesidad de soñar. Y mientras tanto, la niña llora, los artistas languidecen, las carpas se empolvan, la plaza mayor se enriquece, el pueblo vive una realidad que se merece, y yo veo el circo desde lejos y quisiera meterlo en esas bolas de cristal llenas de agua y nieve que se mecen y llenan su pequeño mundo de estrellas.
Jejej iba a comentar y ya no estaba...Asi es hermana, ya paso a la historia, nos hemos perdido y apartado de nuestros origenes animales ya no reconocemos en ellos algo de nosotros y de nosotros ya no nos reconocemos en nada..
ResponderEliminarMiche