martes, 20 de septiembre de 2011

19 de Septiembre del 85

Todo es puro movimiento, giro en mi universo, ruidos extraños parecen quejidos pero no son humanos son las paredes que se lamentan, se les parte el alma, lloran lagrimas de cascajo, que se ciernen en toneladas de polvo que empanizan bañando todo de fino talco blanco, que no me deja respirar, que entra por mi nariz, lucho por un poco de aire que al llegar a mis pulmones los llena de fuerza y estallo en un llanto agudo, lastimoso, que se pierde y se confunden con un río de lozas, vigas, trabes, que desembocan en un suelo abierto para llegar al corazón de una tierra viva, que esta cansada de tanta pereza y hoy se quiere sacudir. Llega la calma y con ella un frío intenso, una manta oscura que me devora, me inquieta, me siento solo, miles de lamentos y llantos me tocan con sus dedos. Me duele la piel, me duele el cuerpo, mis ojos y mi boca ya son puro desierto, empiezo a reconocer como mía esta cuna de cemento. La vigilia mata al sueño y el sueño es quien me mantiene en este vientre, seco. Oigo voces lejanas, el cielo me trastoca con sus rayos de luz.
_ Aquí, es un bebé, un recién nacido un milagro!!, se oyen aplausos. En vilo sacan mi cuerpo del cementerio de piedra que durante una semana fue mi hogar.

3 comentarios:

  1. La belleza del lenguage humano, lo más profundo de su identidad. Muy bueno compartir esto contigo, amiga.Claudia

    ResponderEliminar
  2. Bueno hermana... este si me hubiera gustado se alargara mas, recuerdas!! pasaron tantas cosas esos dias,que son interminables los milagros y la cantidad de perdidas..pero asi es el tiempo mas fuerte que un terremoto termina enterrando todo y lo que no...lo deja como una huella
    beso
    Mich

    ResponderEliminar