domingo, 10 de noviembre de 2013

Marina


Se propuso coleccionar todos los sonidos que consideraba importantes. Uno a uno los guardó en el caracol de sus oídos, y cuando la sordera fue eminente, los nombró, los sintió y los escuchó. Soltó al fin la palabra "mar", y la brisa le devolvió una ola de silencio que la arrastró mar adentro. Al inundarse sus ojos de una agua espesa, escuchó finalmente el sonido perdido.